lunes, 16 de diciembre de 2013

Palabras inútiles

Las cosas inútiles son las que realmente merecen la pena. Las que no sirven para absolutamente nada mas que para ser maravillosas. O mejor dicho las cosas que realmente merecen la pena son las que no valoramos por su utilidad. Cuando valoramos algo solo en función de lo que nos aporta estamos mutilando nuestra percepción de ello. Nos impedimos a nosotros mismos disfrutar lo que sea que admiramos desde montones de puntos de vista posibles. Todo se vuelve monofacético.

Si valoras la planta solo porque te proporciona oxigeno que respirar te pierdes las flores. Si valoras un comentario ingenioso en función de la información que te aporta posiblemente te pierdas el doble salto mortal retorico. Si valoras a alguien por lo que hace por ti estarás dejando pasar todo lo que es. Si valoras las estrellas por su utilidad te perderás su maravillosa complejidad. Si valoras la música...¿Para que sirve la música?

No puedes prescindir de ello pero no te sirve de nada, por eso merece la pena. Mejor me voy....que no quiero que me veáis romántico.

lunes, 2 de diciembre de 2013

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Mis recuerdos no me pertenecen.

No es que no me pertenezcan porque no sean mis propios recuerdos es que no tengo los derechos sobre ellos. No creo que pueda admitir esa clausula. Quiero trabajar pero este es un precio demasiado grande por no ser otro beneficiario del subsidio.

Me llamo Ulan Bazari. Soy uno de los pocos trabajadores que quedan en Lisbean, en la comarca occidental de la unión eurasiática. Seguramente penséis que si trabajo es porque soy otro de los enganchados al préstamo de pieles, que es la única forma que encuentro de pagármelo. Pero trabajo...trabajaba porque creía que podía ascender y aspirar a mas que a un techo y a comida. Si, bueno, desde la guerra la genovacunación también es gratuita... pero eso solo le importa a los firmantes del tratado. Si no quieres tener hijos libremente o que la especie evolucione eso solo es un pinchazo que te llevas para tener la fiesta en paz.

La salud está asegurada, las necesidades mínimas cubiertas, y aun así no me parece suficiente. Considero que vivir de mamá junta directiva es el acto de vagueza definitivo. El trabajo dignifica al hombre. Ningún democrapitalista que se precie se limitaría a vivir del subsidio...pero la memeinfección de los años 40 ha jodido este emporio y la gente ya no aprecia el trabajo. Puede que suene a viejo gruñón pero no aguanto a lo dichosos antiludistas, ni a los hedonistas. Tal vez debería mudarme a Europa pero no se como tolerarían mis huesos el viaje espacial. He oído que el emporio que controla el hemisferio norte emplea preferiblemente mano de obra humana. Algún jovenzuelo me ha comentado horrorizado que emiten en la red antimemeticos para evitar infecciones de opinión que puedan desestabilizar el emporio.

Si, puede que allí pueda ser feliz. En un sitio donde no me pidan derechos sobre mis recuerdos para poder trabajar. Que jodan al secretismo . Dejarlo todo, atrás...pero este viejo cuerpo no lo aguantaría. Creo que venderé esta piel y me enviaré allí. Si, que se jodan también los biopuristas. Puede que mi cuerpo sea viejo pero yo aun soy demasiado joven para asilarme en una realidad simulada.