Te pido perdón si
nunca te he ofendido o si , al menos, nunca he puesto los medios para
ofenderte. Tal vez no te considere lo suficientemente importante o no
te haya prestado la suficiente atención. Es posible que nos falte
confianza así que he evitado ser demasiado ácido contigo. Existe
incluso la posibilidad de que seas alguien que no tiene mi respeto,
alguien de quien piense "No le diré esto, que no sabrá
entenderlo como una broma".
Sea como sea se que
soy una persona despreciable. Y lo soy mas aun si te he ofendido pero
no lo he hecho en público, privándote así de la oportunidad de
llevar la razón un rato en la redes sociales.¡Cuantos buenos
insultos he desperdiciado lejos de facebook!
Podría pensarse que
esto lo digo para provocar, pero no, lo digo con la sana intención
de que me libréis del cargo de conciencia de haberos evitado el
disgusto, el enfrentamiento del que aprender algo valioso. Es en
situaciones de tensión cuando mas aprendemos. Es mas sencillo
ofenderse que aprender pero, si te ofendí, al menos lo he intentado.
Lo cierto es que si
nunca os he ofendido he sido demasiado blanco con vosotros. Y es una
pena porque eso significa que no estaba siendo fiel a mi mismo. Si ya
me cuentas entre tus amigos sabrás que ofender nunca fué mi
objetivo...tan solo pretendía hacer una broma o ser totalmente
sincero.
En conclusión: Ofenderse es una elección y es una elección estéril. Si nunca te he ofendido o tu estas tomando las decisiones correctas o yo las equivocadas.