martes, 16 de septiembre de 2014

Lo inevitable de la democrácia

No creo en la democracia. Cualquiera que haya hablado un poco de política conmigo lo sabe. No creo que la mayoría tenga porque estar en lo cierto. No veo porque las decisiones de los demás tienen legitimidad alguna para imponerme algo. Desde mi punto de vista se trata de una imposición, de un conflicto de intereses que muchos ni notan que existe. Sin embargo tomo mis decisiones teniendo muy en cuenta la democracia.

Tal y como yo lo veo no hay nada mas democrático que los individuos con consciencia de su propia libertad. Y esto es así porque los todos son la suma de las partes. La sociedad no existe sin los individuos. Cada individuo decide lo que hace a cada momento, cada decisión que tomamos, es un voto que emitimos sobre como creemos que debe ser el mundo. La mayoría no parece darse cuenta de esto. Cada compra que hacemos es un voto a favor de la empresa que hay detrás del producto y a sus políticas, es un empujón que le damos al músico o al escritor en cuestión para que siga creando. Pero no solo se trata de que compramos. Si somos agradables con las buenas personas promovemos que haya buenas personas, si volvemos una y otra ve con una persona que ha sido infiel solo alentamos otra infidelidad. Los programas se quitan de antena si nadie los ve. Nuestras acciones tienen consecuencias.

Mi principal problema con el sistema social democrático es su artificiosidad. Es un aparato innecesario que solo genera complicaciones y burrocracia y que puede ser controlado o alterado por intereses personales o de grupos minoritarios, truncando con ello su propio propósito. Todo lo que hay en nuestra sociedad es solo consecuencia de lo que decidimos como individuos. Una ley es solo papel mojado si nadie decide acatarla. El dinero no vale nada más que el valor que le otorgamos. Dios solo existe si hay personas que creen en él. La historia la escriben los vencedores y el mundo fue plano por miles de años.

Por todo esto digo que la democracia es inevitable. No tenemos obligaciones ni morales ni legales. Solo hay cosas que decidimos hacer o no, y con ello damos forma a nuestra sociedad. Somos mucho mas poderosos si aceptamos eso pero deberíamos recordar lo que acompaña siempre a un gran poder....



domingo, 13 de julio de 2014

Zombis de verdad

Los zombis existen. Los zombis están entre nosotros. Hay, además, distintas cepas atacándonos al mismo tiempo. Se mueven por la calle y te infectaran si pueden. Solo hay dos formas de salvarse: Correr o destruir sus cerebros no-muertos. El problema es que el segundo método es ilegal.

Los infectados en este caso no son controlados por ninguna bacteria o virus que los altere, no hay vudú de por medio ni ningún parásito. Una idea llamativa y un poco de falta de sentido crítico bastan para crear uno de estos zombis. Buena parte de la población puede parecer inmune pero la defensa es un ejercicio constante. Si no se mantiene y refuerza es inevitable que alguno de los zombis te contagie. Si esto ocurre te encontraras repartiendo ideas que no sabes de donde han salido, que te controlan a ti en vez de tu a ellas. Serás otro zombi.


O puede que ya lo seas. Puede que yo lo sea y te esté infectando con esta idea.

domingo, 30 de marzo de 2014

Estupideces

El ser humano es estúpido, como especie primero y después como individuo. Si, eres estúpido. Y te lo dice un estúpido. Eres estúpido porque no sabes ver mas allá de tus narices y somos estúpidos porque como grupo nos pasa exactamente lo mismo.

Somos estúpidos porque creemos que somos una especie inteligente y solo somos una gran bola de auto-complacencia. Nuestro gran logro como especie es decirnos a nosotros mismos que somos inteligentes. Nuestro gran logro como especie es decirnos a nosotros mismos que somos el gran logro de la evolución. Nuestro gran logro como especie es estancarnos y estar contentos con ello.

Tu eres estúpido nada mas que porque formas parte de ello. Porque eres un individuo dentro de la masa de estupidez y no la estas deteniendo sino alimentándola. Eres estúpido porque prefieres dejarte llevar por las convenciones, aceptarlas, en vez de replantearlas y cuando ya hallan sido replanteadas volverlas a replantear. Las convenciones son la gran enfermedad del siglo XXI. Hay quien dice que la obesidad es la enfermedad del siglo XXI. Pero si el tenerlo todo simplificado ha hecho eso con los cuerpos imaginaos que ha hecho con las mentes. Claro, como el porcentaje de mortalidad por estupidez es tan bajo a nadie parece importarle. Pero aceptar que lo japones es mas complejo, que los jugadores de fútbol están sobrepagados, que los políticos son corruptos, que Einstein era un genio y que los sábados hay que salir por ahí sin siquiera plantearse porque nos mata de otra manera.

Las convenciones son necesarias, por supuesto, pero nunca hay que perder de vista que son eso, convenciones. El mundo no funcionaría sin ellas, suponiendo que el mundo funcione...porque yo pienso que el mundo se deshace a pedazos mientras se monta el siguiente al mismo tiempo. Y así constantemente. Unas convenciones ganan y otras pierden fuerza en un ciclo sin fin pero con cada vez menos leones. La convención de que es bueno tener una identidad nacional sigue teniendo mas fuerza que la idea de crear convenciones monetarias o estándares (al fin y al cabo convenciones) en los enchufes del mundo. Tener la fiesta en paz es también muy importante, por supuesto¡Que follón cambiar los enchufes de un país!¡Que despilfarro económico! (Otra convención, solo aceptada por los poderosos: que la economía justifica algo)

Nos aferramos a todas estas verdades porque es mas sencillo, porque hace falta mucha fuerza mental para mantenerse fuera de sus caminos e ir rompiendo barreras a cada pensamiento. Cocinar tus propias opiniones caseras en lugar de unirse a una corriente de opinión rápida que tienen además varios cómodos formatos de entrega a domicilio es tan terriblemente sencillo como lo es coger el coche en lugar de andar para ir al trabajo. Y claro, hay que ser de una convención porque no existe nada fuera de ellas. Si no eres ni de cocacola ni de pepsi ¿Que bebes? Sin embargo seguir estas convenciones, en tantos casos equivocadas ( y en otros puede que correctas) nos apaga. No solo somos estúpidos por seguir convenciones estúpidas, somos estúpidos por seguir convenciones. Hacerlo nos convierte en clones a los unos de los otros y mata la chispa de inteligencia y originalidad allí donde more y crece. Y luego ni siquiera hay funerales...

Así que esto es un llamamiento a toda la gente que lo lea a que me haga pensar, a que me obligue a ser un poco menos estúpido cada día. Es un llamamiento a que me retéis a una partida de ajedrez, a que me recomendéis un libro, me planteéis un problema y puede que a que me sorprendáis con algo mas que no espero en absoluto. Yo he estado fuera de juego (aunque entre juegos) y quiero romper el meta ahora que vuelvo. Hay demasiadas cosas que cambiar, probablemente para que sigan siendo iguales, y que las veamos de otra manera. Puede que tengamos el poder para cambiar el mundo pero necesitamos el poder de cambiarnos a nosotros.

lunes, 3 de marzo de 2014

De política y tecnología

Señores metanle mano a los agregadores de noticias, pongan tarifa al autoconsumo eléctrico, limiten el crowfunding, controlen las impresoras 3D y tiren sitios y sistemas de descarga. Pronto alguien promoverá un sistema de votación online y estarán jodidos. Esto es inconcebible e intolerable.

Este tipo de decisiones son con diferencia las peores que están fingiendo tomar nuestros gobernantes. La deslocalización de los medios de producción, creación, diseño y consumo es el futuro, y se está demostrando día a día. Sin embargo parece que cuanto mas proliferan, y en mas y mas variados campos, mayor es la cantidad de legislación que se hecha sobre ellos, con el fin de asfixiarlos y mantener rentables antiguos modelos de negocio. Curiosamente modelos de negocio de compañías en las que los políticos terminan trabajando. Este tipo de decisiones “póliticas” tomadas en favor de minorías sociales y mayorías económicas son la enésima traba en las ruedas del desarrollo de un país que avanza a pasos agigantados hacia convertirse en un país subdesarrollado.

Curiosamente y para colmo los partidos que acometen estas medidas, nótese como a estas alturas ya no se distingue de colores políticos, tienen todo el valor de declararse democráticos cuando las alternativas que con tanta saña entorpecen son en su mayoría democratizadoras de los campos a los que afectan. Así el auto-consumo democratiza la energía; el crowfunding, la banca; los sistemas de descarga, la cultura; las impresoras 3D, la producción y los agregadores de noticias, la información. Es más: por la propia naturaleza del medio donde aparecen y se genera contenido para ellos no creo que sea necesario legislarlos pues en Internet la democracia, la decisión del pueblo, pesa con mas fuerza y mas directamente día a día de lo que lo hace en el congreso y cuando algo no se quiere en él sencillamente no tiene éxito.


Tal vez vaya siendo hora de cambiar el hosting de la representación ciudadana...

miércoles, 22 de enero de 2014

Las reglas de Arcdel

En Arcdel no existen la física, las matemáticas, ni la magia. En Arcdel existen las reglas y existen los 13. Las reglas definen Arcdel y los 13 definen las reglas.

 No hay primero ni ultimo entre los 13. Todos son iguales entre si, aunque se les conoce por nombres distintos. Son 13 y todos saben lo que eso significa, a pesar de que no existan las matemáticas. Son mas de 12 y menos de 14 y ninguno esta dividido en trocitos.

Dablen, Borali, Dimas, Ñum, Salder, Kimoe, Güindel, Tomfri, Lubicum, Pape, Yonae, Sha y Cadar son sus nombres y al conjunto de los 13 se le llama formalmente "El congreso".

Cada uno de los 13 es un Llaldar. Los Llaldar son seres que son. Los Llaldar no están cerca ni lejos, arriba ni abajo, en todas partes ni en ninguna. Simplemente son, saben y deciden.

Todos los Llaldar son estéticamente idénticos entre si. Su apariencia no existe, pues hay que estar en un lugar para tenerla. Esto, por supuesto, no incomoda a los Llaldar o crearían una regla que les diese apariencia.

Lo único que diferencia a un Llaldar de otro,mas allá de su nombre, es su opinión. Un Llaldar nunca cambia de opinión pero acepta las decisiones del congreso.

Los 13 y solo los 13 pueden crear nuevos Llaldar, decidiendo sus opiniones, pero nunca se ponen de acuerdo sobre cuales deberían ser los nuevos. De esto se deriva que los propios Llaldar son reglas. De hecho son las reglas mas complejas que hay, pues son las únicas conscientes de si mismas y de su condición de reglas.

 Así son hoy las cosas...pero no siempre así fueron. Como toda historia esta tiene un comienzo:

 Al principio no existía nada, y existió un Llaldar. No se conoce su nombre pues esto ocurrió mucho antes de que se instaurara la regla que les dio nombres. Este Llaldar creó la regla del caos y de su aplicación surgió otro Llaldar.

Entre los dos crearon al primer Llaldar pues aun no se habían creado las reglas del tiempo. Por tanto todo ello no ocurrió ni antes ni después sino todo a la vez y aun sigue ocurriendo.

Entonces uno de ellos quiso crear la regla del tiempo y el otro quiso derogarla. Pero se dieron cuenta de que sus poderes legisladores eran iguales y durante un instante eterno no ocurrió nada. Finalmente, justo a la vez, la regla del caos creó otro Llaldar que sirvió de mediador en la disputa y la regla del tiempo fue instaurada.

El principio del tiempo fue un periodo sencillo para los Llaldar, se diría feliz si ellos respondieran a esas cosas. Entonces todas las disputas se resolvían solas ya que una vez crearon las reglas que definían los números fueron impares y las decisiones se tomaban siempre por mayoría.

Fue en esos tiempos cuando una regla separó la verdad de la mentira y cuando se instauró la regla que distinguía la libertad de la esclavitud. También de esa época viene la creación del concepto "hora" que se usa aun hoy para medir el tiempo y que según la regla dura exactamente lo que dura una hora. 

 Y entonces transcurrieron muchas horas sin que nada perturbador pasase.