domingo, 30 de marzo de 2014

Estupideces

El ser humano es estúpido, como especie primero y después como individuo. Si, eres estúpido. Y te lo dice un estúpido. Eres estúpido porque no sabes ver mas allá de tus narices y somos estúpidos porque como grupo nos pasa exactamente lo mismo.

Somos estúpidos porque creemos que somos una especie inteligente y solo somos una gran bola de auto-complacencia. Nuestro gran logro como especie es decirnos a nosotros mismos que somos inteligentes. Nuestro gran logro como especie es decirnos a nosotros mismos que somos el gran logro de la evolución. Nuestro gran logro como especie es estancarnos y estar contentos con ello.

Tu eres estúpido nada mas que porque formas parte de ello. Porque eres un individuo dentro de la masa de estupidez y no la estas deteniendo sino alimentándola. Eres estúpido porque prefieres dejarte llevar por las convenciones, aceptarlas, en vez de replantearlas y cuando ya hallan sido replanteadas volverlas a replantear. Las convenciones son la gran enfermedad del siglo XXI. Hay quien dice que la obesidad es la enfermedad del siglo XXI. Pero si el tenerlo todo simplificado ha hecho eso con los cuerpos imaginaos que ha hecho con las mentes. Claro, como el porcentaje de mortalidad por estupidez es tan bajo a nadie parece importarle. Pero aceptar que lo japones es mas complejo, que los jugadores de fútbol están sobrepagados, que los políticos son corruptos, que Einstein era un genio y que los sábados hay que salir por ahí sin siquiera plantearse porque nos mata de otra manera.

Las convenciones son necesarias, por supuesto, pero nunca hay que perder de vista que son eso, convenciones. El mundo no funcionaría sin ellas, suponiendo que el mundo funcione...porque yo pienso que el mundo se deshace a pedazos mientras se monta el siguiente al mismo tiempo. Y así constantemente. Unas convenciones ganan y otras pierden fuerza en un ciclo sin fin pero con cada vez menos leones. La convención de que es bueno tener una identidad nacional sigue teniendo mas fuerza que la idea de crear convenciones monetarias o estándares (al fin y al cabo convenciones) en los enchufes del mundo. Tener la fiesta en paz es también muy importante, por supuesto¡Que follón cambiar los enchufes de un país!¡Que despilfarro económico! (Otra convención, solo aceptada por los poderosos: que la economía justifica algo)

Nos aferramos a todas estas verdades porque es mas sencillo, porque hace falta mucha fuerza mental para mantenerse fuera de sus caminos e ir rompiendo barreras a cada pensamiento. Cocinar tus propias opiniones caseras en lugar de unirse a una corriente de opinión rápida que tienen además varios cómodos formatos de entrega a domicilio es tan terriblemente sencillo como lo es coger el coche en lugar de andar para ir al trabajo. Y claro, hay que ser de una convención porque no existe nada fuera de ellas. Si no eres ni de cocacola ni de pepsi ¿Que bebes? Sin embargo seguir estas convenciones, en tantos casos equivocadas ( y en otros puede que correctas) nos apaga. No solo somos estúpidos por seguir convenciones estúpidas, somos estúpidos por seguir convenciones. Hacerlo nos convierte en clones a los unos de los otros y mata la chispa de inteligencia y originalidad allí donde more y crece. Y luego ni siquiera hay funerales...

Así que esto es un llamamiento a toda la gente que lo lea a que me haga pensar, a que me obligue a ser un poco menos estúpido cada día. Es un llamamiento a que me retéis a una partida de ajedrez, a que me recomendéis un libro, me planteéis un problema y puede que a que me sorprendáis con algo mas que no espero en absoluto. Yo he estado fuera de juego (aunque entre juegos) y quiero romper el meta ahora que vuelvo. Hay demasiadas cosas que cambiar, probablemente para que sigan siendo iguales, y que las veamos de otra manera. Puede que tengamos el poder para cambiar el mundo pero necesitamos el poder de cambiarnos a nosotros.

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