Tenia el corazon roto...
Y cada trozo sentia algo distinto. Uno la odiaba por no corresponderle, otro la echaba de menos antes de irse. Habia piezas tristes, pedazos orgullosos...Esquirlas desesperadas y otras, mas sabias, cansadas de recorrer de nuevo el sendero hasta hacerlo camino.
Había tambien resistencia. A dejar ir, a rendirse, a aceptar, a hacer daño, a romper con las promesas que se hicieron sin pronunciarse. Las piezas del cardiaco puzzle solo encajaban en un sentido: Todas querian mas y no sabian querer menos.